lunes, 12 de noviembre de 2012

Yo apuesto por "The Nordic Way"

¿Es aceptable que la dogmática neoliberal cuestione los Estados nacionales y, lo que es más grave, esgrima su principal argumento en la insostenibilidad de los Estados del bienestar? La realidad es que lejos de ser un problema, son la verdadera solución.


Los países nórdicos constituyen el ejemplo de los Estados de Bienestar más modernos y desarrollados en el mundo. 

Siguen el "modelo escandinavo 
de bienestar" que garantiza una amplia protección social para todos. La mayoría de las tareas del bienestar social son asumidas por el Estado. El modelo de bienestar es acompañado por un sistema de impuestos que tiene tanto una amplia base tributaria como un sistema de impuestos progresivo dirigido por una redistribución de los ingresos desde los miembros de la sociedad más ricos hasta los más pobres. El cuidado de salud pública es una parte importante del modelo escandinavo, asegurando servicios de salud de calidad independientemente de las circunstancias económicas del individuo. 

Este tipo de organización ponen en evidencia la falsedad de las tesis neoliberales, pues siendo los países de Europa que más abogan por el intervencionismo y la semiplanificación económica, acompañada de generosos beneficios del bienestar social, tienen los niveles de desempleo más bajos del mundo, aunque el único de ellos que adoptó el euro como moneda (Finlandia), muestra una tasa de paro superior a sus vecinos y tremendamente más amplia en el caso del paro juvenil, lo que hace que en estos momentos mucha parte de su población se replanteé aquella decisión.

¿Por qué el modelo social nórdico es tan exitoso económicamente? Diez investigadores nórdicos han analizado la cuestión en un estudio reciente, financiado por el Consejo de Investigación de Noruega (RCN). En él, se aclara cómo un sistema capitalista puede mantener un sistema de prestaciones sociales generoso, cómo una sociedad rica puede aplicar el principio de igualdad, y cómo puede prosperar el colectivismo donde rige el individualismo. La cuestión es, ¿puede este modelo ser exportado para beneficio de otras naciones? La respuesta según los investigadores es que sí, con diferencias evidentes según la cultura del país.

Uno de los autores del estudio, Per Ingvar Olsen, profesor de la Escuela Noruega de Gestión BI de Oslo, señala que los acuerdos colectivos para los trabajadores y los bajos niveles de desempleo son factores clave del éxito económico de los países nórdicos: “Cuanta más gente trabaja, mayores son los ingresos tributarios que recibe el Gobierno. Las clases medias están sujetas a altos niveles de impuestos, que son el sustento de la calidad de los servicios sociales en estos países”. De esta forma, los países nórdicos han podido generar una buena alternativa al sistema de “capitalismo depredador” (hablando en plata: neoliberalismo) que se extiende por otras regiones del mundo. Carlos Joly, otro de los autores del estudio, destaca, además, un factor también muy importante para el mantenimiento del equilibrio en estas sociedades: los países nórdicos ejercen un fuerte control sobre los sistemas financieros y fuerte grado de intervencionismo en la economía.

Por otra parte, los países nórdicos mantienen un equilibrio entre el colectivismo generalizado y la libertad individual. De este modo, en países como Noruega o Suecia, los ciudadanos pueden confiar en que sus Estados les ayudarán cuando lo necesiten, algo que no sucede en otros países. 

Otro ejemplo de país que abandonó la "senda europea" para fijarse en el modelo nórdico es Islandia. Los investigadores señalan en dicho estudio que "la población islandesa está volviendo de nuevo su vista hacia el resto de los países nórdicos, para aplicar su forma de gestión de las sociedades, frente a las políticas del FMI y el BCE".

Los resultados están a la vista.






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